viernes, 30 de mayo de 2008

El camino de la soja


La inminente escasez de combustibles fósiles coloca a Santa Fe en una compleja situación. Frente a la demanda de biodiesel, se multiplican los cultivos de granos en la provincia. Pero, ¿cuáles serán los costos de generar esa oferta?

“Nos enfrentamos a una competencia entre los 800 millones de conductores que quieren proteger su movilidad y las 2.000 millones de personas más pobres del mundo que quieren sobrevivir. Los supermercados y las estaciones de servicio ahora compiten por los mismos recursos”. Lester Brown, fundador del Instituto World Watch

El avance del negocio de los biocombustibles en el país tiene como escenario principal a las tierras y el complejo industrial vinculado a la soja de la provincia de Santa Fe. Tanto que el Ministerio de la Producción provincial cuenta con una Secretaría de Sistema Agropecuario, Agroalimentos y Biocombustibles. No es para menos: en el sur santafesino están las dos más grandes plantas procesadoras y exportadoras de este producto en el país, con una capacidad de producción de más de 200.000 toneladas anuales cada una. La película recién comienza, ya que por ejemplo el gigante francés Louis Dreyfus espera empezar a producir 300.000 toneladas en su planta a inaugurar, también cerca de Rosario. Mientras tanto, empresas ya asentadas invirtieron en el corto plazo lo necesario para duplicar su producción de combustible a base de oleaginosas. En la conjunción de tierras productivas, capacidad de procesamiento y la inmediata salida a través del puerto rosarino están las claves del crecimiento de esta denominada “alternativa renovable” a la crisis energética mundial causada por la lenta muerte de los combustibles fósiles, que lleva sus precios a niveles impensados no mucho tiempo atrás (ya ronda los 130 dólares el barril, mientras que hace sólo 10 años se ubicaba en 13 dólares).

La Secretaría de Agricultura de la Nación informó que el año pasado las ventas al exterior de biodiesel alcanzaron los 268 millones de dólares, que provinieron de 319.093 toneladas despachadas (lo que equivale a un valor de 841 dólares la tonelada). De esos envíos, el 73% se destinó solamente a los Estados Unidos, mientras que el resto se dirigió a países de Europa. La excitación que produce esta rama de los agronegocios no es para nada producto de una ficción, sino que la causan los números a futuro. Por ejemplo, las estimaciones señalan que este año las exportaciones podrían llegar al millón de toneladas y que el valor de la tonelada seguramente superará los 900 dólares. Esto fue determinante para que el ex ministro de Economía Martín Lousteau emitiera la resolución 126, es decir, la siguiente a la tan polémica resolución 125 que elevó las retenciones de las exportaciones de cereales y desencadenó los reclamos de las entidades rurales en un conflicto que ya lleva casi tres meses.

Aquella resolución, la 126, subió al 20% los derechos a la exportación de biodiesel, los que anteriormente estaban en el irrisorio nivel del 5% ¡con reintegros del 2,5%! En el anterior esquema impositivo se gravaba en 32% las ventas al exterior de aceite de soja. La diferencia con el biodiesel se fundamenta en que éste es un subproducto de aquella. Estas enormes facilidades seguramente han sido un factor determinante para el boom de inversiones en biodiesel, que en Santa Fe además gozan de exenciones impositivas más que atractivas desde el gobierno de Jorge Obeid. En el nuevo esquema, el aceite de soja pagará en promedio, y siempre que se mantenga en la actual banda de precios, un 40% y el biodiesel, como ya se mencionó, un 20%.

EL DÍA DESPUÉS DE MAÑANA. El conflicto entre las entidades rurales y el gobierno puso al desnudo buena parte de la política agropecuaria nacional, que hasta hace poco era desconocida por la gran mayoría de los argentinos no vinculados directamente al sector.

Pero lamentablemente la discusión ha quedado enfrascada en la cuestión de las retenciones (que en definitiva no implican más de 1.500 millones de pesos) sin que se ponga sobre el tapete el problema más grave, esto es, el modelo agropecuario del país, que se relaciona directamente con la seguridad alimentaria de los argentinos.

En ese marco, el rol de los biocombustibles producidos localmente despierta grandes temores por su vínculo lineal con la tendencia nacional al monocultivo -de soja transgénica en este caso- con una consecuente expansión casi sin límite de la frontera agrícola.

Según datos de la organización ambientalista Greenpeace, para proveer materia prima para las plantas de biodiesel existentes y proyectadas en Santa Fe y todo el país se necesitarán más de 9 millones de hectáreas destinadas sólo al cultivo de soja, cifra que casi iguala a la superficie de la provincia.

A esto se suman las especiales condiciones del complejo sojero en el sur santafesino para el procesamiento del cereal, tanto para aceite como para biodiesel.

El año pasado Pablo Bertinat, del Taller Ecologista de Rosario, señaló: “Santa Fe posee el mayor complejo internacional de producción de aceite de soja: las particulares condiciones geográficas y económicas del país después de la devaluación de 2001 permiten a las empresas radicadas en el Gran Rosario generar costos de trituración del poroto de soja dos veces menores que los de Estados Unidos y hasta tres veces menores que los de Brasil. Con una nueva coyuntura de demanda internacional con precios favorables y con las proyecciones de consumo en el tiempo, la voracidad por ampliar la frontera agrícola y obtener más tierras para el cultivo de la soja -el cual se está perfilando como la principal fuente de producción de agrocombustibles- presenta perspectivas alarmantes. Se trata de un negocio para las corporaciones y los bloques de poder ligados a los agronegocios en el país”.

Una de las consecuencias más preocupantes de este crecimiento desproporcionado se ve en las góndolas. Es que la ausencia de políticas acertadas ha conducido a que disminuyan profundamente producciones vitales para la seguridad alimentaria nacional, como por ejemplo la ganadería, la lechería y demás cultivos, todos ellos desplazados por la seducción de las ganancias que proporciona la soja. Hay leyes básicas de cualquier economía capitalista: aquella que indica que a menor oferta y mayor demanda los productos se encarecen, aquí se cumple a rajatabla. Los índices de inflación de la canasta básica (no oficiales, demás está decir) así lo indican: las proyecciones para este año la ubican en el 30%.

“La carne sube, porque cada vez tenemos menos vacas. La gente no quiere ser ganadera sino sojera”, señaló la doctora Graciela Gómez, de Romang, quien se ha pronunciado varias veces y por distintos medios para alertar de las consecuencias de la feroz ampliación de la frontera agropecuaria para la soja, entre ellas las vinculadas a los fertilizantes.

“Si a los productores les explicás lo del glifosato, no lo entienden o no lo quieren entender. Creen que el glifosato es biodegradable”, dijo casi resignada.

Tras subrayar que las ganancias generadas por el negocio biodiesel son solamente para “las grandes corporaciones cerealeras”, invitó a observar lo que sucede en México, donde “la comida básica, que es la tortilla de maíz, se encareció a niveles impensados desencadenando protestas. Allá el maíz se exporta masivamente a Estados Unidos para producir bioetanol. Es muy grave”. A esto añadió que en la provincia “no hay granjas hortícolas y las que quedan y están cerca de plantaciones de soja son afectadas con las fumigaciones. En 10 años, las tierras que se cultivan con soja no servirán para nada y a esto lo advierten los mismos organismos oficiales. No hay un pájaro, las tierras no tienen ni gusanos. Esta era una tierra rica en nutrientes, pero ahora no hay nada, no hay aves. Las pocas que hay se las encuentra muertas”.

“Hay momentos en los que el precio del tomate está por las nubes, las papas y el zapallo parecen un lujo; nuestro famoso asado pasa a formar parte de las guarniciones. Y mientras, las vacas no tienen donde pastar. ¿Las pondremos en los techos de las casas?”, se preguntó la profesional.

Siguiendo en esa línea de pensamiento, explicó que los biocombustibles “dan beneficios cada seis meses, y los pastos en los que se crían las vacas lo dan a varios años, por lo que se comenzaron a usar estos terrenos para la producción de biocombustibles. La conclusión es un aumento de precio en la carne de vaca, duplicando o triplicando su valor en Argentina”.

UNA GUERRA CONTRA LOS POBRES. A principios de año, en el diario inglés The Guardian, George Monbiot se explayó en torno a la grave crisis mundial de las fuentes de energía. Allí dio cuenta de que la Unión Europea ha reconocido que “la dependencia del petróleo del sector del transporte es uno de los problemas más serios que sufre Europa en cuanto a la inseguridad en el abastecimiento de energía”. Por lo tanto, para diversificar los abastecimientos de combustible y, en parte, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la UE ordenó a los estados miembros que para 2020, el 10% del combustible usado en los coches sea reemplazado por biocombustibles. No es casual entonces que tantos capitales internacionales inviertan en Santa Fe en el negocio del biodiesel: los números van a cerrar y más que positivamente.

“Esto no resolverá el pico del petróleo, pero puede que incluso lo ponga en perspectiva al provocar un problema aun mayor”, anticipó Monbiot. Sucede que la misma UE aceptó que “los biocombustibles no son una panacea verde. Las reglas incluidas en borrador dicen que estos no deben ser producidos destruyendo bosques primarios, pastos y humedales, ya que esto puede causar un aumento neto en las emisiones tóxicas. Tampoco se podrá dañar ningún ecosistema con una gran biodiversidad para producir biocombustibles”.

Sin embargo, en Santa Fe se deforestaron entre 1998 y 2006 más de 32.000 hectáreas de monte nativo, según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación.

“Si los biocombustibles no pueden ser cultivados en tierras vírgenes, estos deben confinarse a la existente superficie agrícola, lo que significa que cada vez que llenamos el tanque quitamos comida de las bocas de la gente. Esto además aumenta el precio de los alimentos, lo que anima a los agricultores a extender los cultivos hacia otras tierras, bosques primarios, pastos antiguos, humedales y todo lo demás. Nos podemos felicitar por mantenernos moralmente puros, pero los impactos son los mismos. No hay salida para esto: en un planeta finito con un abastecimiento de alimentos muy ajustado, o se entra en competencia con los pobres o se utilizan nuevas tierras”, concluyó drásticamente el artículo del matutino inglés.

La tendencia apunta a que si el mundo reclama biocombustibles, se cumplirá con esa demanda. ¿Será al costo de los bolsillos y el hambre de los santafesinos?

Y una vez que los tanques de los modernos vehículos del primer mundo estén repletos de combustible extraído de vegetales plantados aquí ¿con qué se llenarán nuestros platos?

MÁS PRODUCCIÓN, MENOS DUEÑOS. El Censo Nacional Agropecuario (CNA) de 1988 en Santa Fe arrojó que existían 37.029 explotaciones agropecuarias. En 2002 el número había disminuido a 28.103, lo que significa una reducción más del 24%. La cuestión se explica en un análisis de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UNL, en base a un estudio hecho sobre el departamento Las Colonias. Allí se señala que, según el CNA, había en 1988 3.128 establecimientos y que en 2002 quedaban 2.122. Sin embargo había crecido la cantidad de hectáreas ocupadas: en la primera muestra eran 581.388; en la segunda 606.454.

VERDADERO PEQUEÑO PRODUCTOR. Ángel Strapazzon es dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero-Vía Campesina, que ante la cuestión del conflicto con el agro tiene una postura que no se alinea ni con el gobierno ni con las entidades agropecuarias sino que, por el contrario, es crítica con ambos. En la cuestión puntual del alza de los alimentos, Strapazzon lamentó que en Argentina “estemos destinando el 25% de los monocultivos para hacer biocombustible, comida para los automóviles. Sabemos que de los 800 millones de automóviles que andan en el mundo, 500 millones no tendrían que andar. Los ricos se compran en sus casas tres y cuatro automóviles. En Europa, por casa, hay uno por persona. Es increíble que tengamos que destinar lo que comemos los seres humanos a darle de comer al exceso de automóviles que hay en el mundo. Debemos trabajar la tecnología renovable como la energía solar, la energía eólica, debemos seguir incursionando en eso”, propuso.

El dirigente santiagueño expuso además, como otra razón del alza de los precios a nivel mundial, que “el 80% de los alimentos están en manos de ocho o nueve corporaciones transnacionales como son la Dreyfus, Monsanto, Syngenta, Cargill. No puede ser que los gobiernos del mundo se hayan dejado robar de las manos. Esto lo ha afirmado la FAO (el organismo de la ONU encargado de agricultura y alimentación): el derecho a conducir o, por lo menos, poner normativas al ida y vuelta de los alimentos del mundo”.

Para Strapazzon, el problema de la escalada del precio de alimentos no se cierra solamente en la soja, sino que también se vincula a otros monocultivos. Da otro ejemplo: “es también un problema la siembra de monocultivos como el eucalipto. En Uruguay, Entre Ríos y Corrientes hay ricas tierras que se utilizan para hacer pasta de celulosa en vez de alimentos. Un eucalipto bebe más de 100 litros de agua por día. La vaca, la famosa vaca uruguaya que hasta hace poco competía por el favor con la nuestra, usa entre 40 y 50 litros por día y, sin embargo, han cerrado un montón de establecimientos ganaderos para poner eucaliptos. Más de 25.000 trabajadores rurales, peones, estos gauchos uruguayos, los charrúas uruguayos que eran excelentes productores de vacas, se han quedado en la calle: el eucalipto no necesita mano de obra. Con Botnia dicen que van a tomar a 5.000 empleados. Está bien, pero ¿y los otros 20.000? ¿Y los otros 100.000 que trabajaban en frigoríficos o en el sistema de agroindustria de la carne?”, se preguntó.

EL GENOCIDIO, SEGÚN FIDEL CASTRO. Excitado por las perspectivas comerciales del bionegocio, el ex gobernador Jorge Obeid explicaba el año pasado: “Para los que tenemos más de 50 años esto puede ser difícil de entender, porque para nosotros los combustibles están bajo tierra en el sur de país o en zonas petroleras, pero hoy tenemos la posibilidad de que en pocos años seamos los productores de biocombustibles del mundo”. Y sentó posición: “Yo estoy convencido de que es una discusión incorrecta y en algunos casos mal intencionada. Los que están interesados en esto (en cuestionar este tipo de emprendimientos) son los grandes productores de petróleo que quieren seguir con su negocio”. Paradojas de la realidad, uno de los principales opositores a los biocombustibles es Fidel Castro, con quien Obeid dialogó tanto que hasta escribió el libro Cuba, Fidel y el peronismo. Mis encuentros con Castro y otros textos. Quién sabe, quizás en esas reuniones el viejo líder cubano le haya hecho saber al santafesino su pensamiento: al referirse al impulso que George Bush y Lula Da Silva le dieron a la producción de etanol a partir de la caña de azúcar, Castro lo calificó como “la internacionalización del genocidio” por considerar que “el negocio en general condenará a la muerte de hambre y sed a 3.000 millones de personas en todo el mundo”.

De nutrientes y de plagas.
“En Argentina, la intensificación de la producción sojera ha llevado a una importante caída en el contenido de nutrientes del suelo. La producción continua de soja ha facilitado la extracción, sólo en el año 2003, de casi un millón de toneladas de nitrógeno y alrededor de 227.000 de fósforo. Sólo para reponer a estos dos nutrientes, en su equivalente de fertilizante comercial, se necesitarían unos 910 millones de dólares”.
“La investigación ecológica sugiere que la reducción de la diversidad paisajística devenida por la expansión de los monocultivos a expensas de la vegetación natural, ha conducido a alteraciones en el balance de insectos, plagas y enfermedades. En estos paisajes, pobres en especies y genéticamente homogéneos, los insectos y patógenos encuentran las condiciones ideales para crecer sin controles naturales. El resultado es un aumento en el uso de agroquímicos los que, por supuesto, luego de un tiempo ya dejan de ser efectivos, debido a la aparición de resistencia o trastornos ecológicos típicos de la aplicación de pesticidas. Además, los agroquímicos conducen a mayores problemas de contaminación de suelos y polución de aguas, eliminación de la biodiversidad y envenenamiento humano”.
“En la campaña 2004/05 en Argentina las aplicaciones con glifosato alcanzaron los 160 millones de litros de producto comercial. Se espera un incremento aún mayor en el uso de este herbicida, a medida que las malezas comiencen a tornarse tolerantes al glifosato”.
(Fragmentos de un informe del doctor Walter Pengue, incluido el estudio “El avance de la frontera agropecuaria y sus consecuencias”, de la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación)

Publicado en Pausa #3, 30 de mayo de 2008.

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viernes, 23 de mayo de 2008

Plato chico, panza hinchada


Una multisectorial de organizaciones sociales apunta a poner en el centro de la mesa la situación de pobreza de jóvenes y niños y el más urgente de sus derechos: comer.

Una veintena de instituciones políticas, gremiales y sociales de la ciudad de Santa Fe comenzaron a debatir sobre la necesidad de generar políticas públicas que ayuden, por lo menos en el aquí y ahora, a terminar con el hambre. Saben que la raíz del problema es la pobreza y están convencidos que para mejorar los niveles de inclusión ciudadana es necesario atacar por múltiples lados a los desórdenes distributivos de la renta. Mientras tanto, no quieren que ningún chico se quede sin comer.

Es precisamente en ese marco de contrastes que tiene la ciudad capital –desde hace varios años– que 7 de cada 10 pibes que tienen menos de 18 años viven bajo la ecuación matemática que marca quién es pobre y quién no. Sin embargo la realidad es mucho más dura que lo que dicen los números, fuera de los altos índices de criminalidad, de violencia urbana y de delitos contra la propiedad, que devuelven la imagen que varias generaciones de burócratas ayudaron a construir y de la que ninguno de ellos se hace cargo.

Para que la herencia recibida no sea excusa de nadie, y aun reconociendo las lógicas con las que se gobernó la provincia y la ciudad desde el regreso de la democracia, la Mesa de Infancia de Santa Fe elaboró un documento que pretende ser la base de una discusión integral para la “búsqueda creativa y colectiva de estrategias de acción” y para, además, “demandar soluciones a quienes tienen responsabilidad directa de las mismas”.

La idea es abrir las discusiones a toda la comunidad pero, fundamentalmente, conseguir que el gobierno provincial aporte soluciones. Además, ya están organizando una gran marcha por los barrios del oeste en la semana del Día del Niño, en agosto, la cual recorrerá toda la zona inundada de la ciudad durante ese sábado y domingo, para llegar al lunes con una concentración masiva frente a la Plaza 25 de Mayo.

“Hay dinero, hay reservas y no podemos seguir esperando políticas públicas y reales. Que en una provincia tan rica como lo es Santa Fe haya hambre es vergonzoso”, dijo Luciano Candioti, de la Asociación Juanito Laguna, y propuso que el Poder Ejecutivo santafesino instaure una Asignación Universal para que los chicos coman. Asimismo, pretenden que las autoridades trabajen en garantizar salud, educación, vivienda y trabajo a las familias de los chicos en situación de riesgo.

Según el militante social, el documento servirá para comenzar a “visibilizar” los problemas que tienen los niños, adolescentes y jóvenes santafesinos de los sectores más marginados de la ciudad. En tanto, Mirta Bustich, de Acción Educativa, pretende “que la gente que está trabajando en los barrios con los chicos se sume a la mesa para entre todos construir elementos y propuestas” desde las experiencias adquiridas, con la intención de “aportar a la construcción de una ley para la infancia y de políticas públicas”.

DE LA PALABRA A LA ACCIÓN. En el documento hay casi una decena de exigencias al gobierno de Hermes Binner, entre ellas, que se apliquen acciones “universales, integrales y participativas que den cumplimiento efectivo de la Convención Internacional de los Derechos del Niño y a la Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Nº 26.061)”, además de la sanción de ley provincial para adecuarse a esta norma.

“El propio intendente (Mario) Barletta reconoció que el 50 por ciento de chicos menores de 14 años vive bajo la línea de pobreza. Si a ese dato nosotros le agregamos a aquellos que tienen entre 14 y 18 años, el 70 por ciento de los pibes de Santa Fe son pobres”, manifestó la vecina de Barrio Chalet e integrante de la Carpa Negra, María Claudia Albornoz, y recordó que “detrás de cada chico de la calle hay un padre desocupado”. Por eso, se exige que el Estado cree “trabajo digno para padres, ma-dres o adultos del grupo familiar”.

“Para los y las abrepuertas de autos, limpiadores de parabrisas, malabaristas a los apurones o vendedores de chucherías; rubios, morenas, descalzos, vestidas; de día, a la madrugada, con frío, con mucho calor, la calle se ha convertido en lugar de trabajo, dormitorio y comedor. Son niños, niñas, adolescentes y jóvenes víctimas de trata de blanca, de abuso sexual, de golpes, de ser levantados por averiguación de antecedentes, de discriminación y tantos otros modos de violencia que desnudan las formas de criminalizar la pobreza”, enfatiza el documento.

En ese sentido, los requerimientos al gobierno son que cese toda intervención policial con los menores de edad y que se “cierren los institutos o lugares de detención de niños, niñas y adolescentes” porque “sostienen y profundizan la desigualdad y la estigmatización” en la que muchos han crecido.

Luciano Candioti remarcó que hasta ahora las autoridades provinciales no aportaron ni políticas de infancia ni plata para ponerse a trabajar y reclamó “que dejen de echarle la culpa a los 24 años de gobiernos justicialistas”.

Con respecto a la movilización por el cordón oeste de la ciudad, en agosto próximo, el dirigente social explicó: “Es para hacer visible la problemática de la infancia, para que los santafesinos tomen conciencia que ese problema existe” y también para mostrar que “todavía no cicatrizaron las heridas que abrió el río Salado”.

Por su parte, una de las integrantes del Centro de Permanencia Transitoria El Refugio, Patricia Rossiani, dijo a Pausa que la Mesa de Infancia de Santa Fe es el encuentro de una multiplicidad de sectores que agrupan a organizaciones de la sociedad civil y personal que trabaja dentro del Estado en pos de los chicos. En ese marco, sostuvo que la idea es “ofrecer algunas estrategias de trabajo para repensar lo que se viene haciendo desde las prácticas cotidianas de cada organización” y, entre otras cosas, llegar a tener una posición formada acerca de la nueva ley nacional de Protección Integral de la Infancia, que viene a derogar la de Patronato, además de conseguir la adhesión institucional de la provincia de Santa Fe a dicha norma.

PRINCIPIOS BÁSICOS. Para la Mesa de Infancia “es insostenible seguir permitiendo que haya niños y niñas sin niñez, sin derecho a una familia, a un nombre, a educarse, a un techo, a un abrigo, a un alimento, a vivir sano”. Por eso advirtieron que tanto la sociedad como el Estado deben hacerse cargo de “revertir la situación de pobreza que vive la mayor parte de nuestra sociedad y asumir el compromiso de construir una cultura que considere a las personas menores de 18 años como sujetos de derecho y políticos”.

“Porque en nuestro país no faltan ni alimentos –afirma el documento constitutivo del sector–, ni platos, ni madres, ni médicos, ni maestros, falta en cambio la voluntad política, la imaginación institucional, la comprensión cultural y las ganas de construir una sociedad de semejantes que asegure a nuestros hijos las oportunidades vitales para que puedan crecer con dignidad”.

Por último, más allá de las acciones a mediano y largo plazo que se puedan aplicar para paliar los efectos de la pobreza y lograr que los chicos vuelvan a sentarse a la mesa en familia, las entidades firmantes sentenciaron: “Recordemos que estamos hablando de sujetos (los chicos) que están construyendo su identidad y que los tiempos de la infancia no permiten la eterna dilación”.

“Vivimos en una ciudad que es el espejo de las contradicciones del país. Está situada en una provincia que genera riquezas extraordinarias a través de la abundancia y diversidad de sus recursos y de las empresas radicadas en su territorio; contradictoriamente, presenta índices de pobreza alarmantes”. (Un fragmento de lo expuesto durante la presentación de la iniciativa. Las instituciones que intervienen son Juanito Laguna, CCC, MTL, Manzanas Solidarias, la Vecinal de Barrio Chalet, el Centro de Salud de Barrio Chalet, la revista La Búsqueda, trabajadores de El Refugio, el grupo Juan XXIII, el Grupo La Vuelta del Paraguayo, Acción Educativa, CTA, la Agrupación 29 de Abril, el Servicio de Salud Mental del Hospital Mira y López, Madres de Plaza de Mayo de Santa Fe y la escuela Monseñor Zaspe).

Publicado en Pausa #2, 23 de mayo de 2008.

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viernes, 16 de mayo de 2008

Vulnerabilidad cero


Recreo será la sede del Nodo Santa Fe. La iniciativa no sólo apunta a la descentralización del Estado, sino también a la necesidad de generar un plan director de desarrollo que permita que la ciudad capital crezca hacia el norte.

La provincia de Santa Fe será dividida en regiones con el objetivo de descentralizar sus funciones, hoy concentradas en la ciudad capital. Esto no significa que los departamentos vayan a desaparecer, sino que a los fines operativos se constituirán cinco grandes núcleos administrativos que concentrarán las políticas estatales y, paralelamente, servirán como primer receptor de necesidades y propuestas que ayudarán a los gobiernos municipales y comunales para proyectar soluciones y actuar sobre la oferta y no sobre las demandas de la ciudadanía.

Ese proyecto elaborado por los equipos técnicos del Frente Progresista, Cívico y Social fue presentado durante la campaña como uno de los principales ejes para reformar el Estado y apenas Hermes Binner entró a la Casa Gris en su envestidura de gobernador comenzó a materializarse. Se llamaron “nodos” a las regiones, que fueron divididas de una forma similar a la que están dispuestas en la provincia las arquidiócesis de la iglesia católica: Santa Fe, Rosario, Rafaela, Reconquista y Venado Tuerto.

Luego se mantuvieron reuniones con los dirigentes políticos de cada uno de esos núcleos territoriales para conocer algunas realidades particulares y comenzar a definir de qué forma se puede hacer más eficiente el programa de descentralización. Ahora se está haciendo lo mismo con las ONG, entidades intermedias e instituciones de las cinco zonas.

Paralelamente, se comenzó a trabajar en el diseño funcional de los nodos y es allí donde aparece el primer anuncio de relevancia para el Gran Santa Fe, que no sólo tiene que ver con el lugar elegido para que se instale la sede –aunque va de la mano– sino con la proyección de un Área Metropolitana que también sirva de urbanización planificada.

En ese sentido, se utilizarán las instalaciones que todavía ocupa el Liceo Militar General Manuel Belgrano en la ciudad de Recreo como nuevo Centro Cívico. ¿Los motivos? Es un predio que en pocos meses quedará en manos de la provincia, está ubicado en una zona de fácil acceso y sólo hay que hacer algunas obras complementarias en materia vial, tiene algo más de 10 mil metros cuadrados cubiertos y está a pocos metros del ferrocarril Belgrano, que el gobierno pretende reactivar.

Si bien todavía hay muchos puntos que definir, la sede no se cambia y eso está confirmado, lo cual supone una serie de interrogantes con respecto a qué impacto tendrá en la pequeña localidad la llegada diaria de un gran contingente de empleados públicos, la forma en la que lo harán, mediante qué transporte, los servicios con los que habrá que dotar a toda la zona y los pro y los contra del negocio inmobiliario. Desde el punto de vista institucional se trasladarán las tareas administrativas al nuevo Centro Cívico para que allí funcionen todas las oficinas del Estado que tengan directa relación con los intereses de 97 localidades de los departamentos La Capital, Garay, San Javier, San Justo, Las Colonias y San Jerónimo.

Para el gobierno eso posibilitará la interrelación inmediata con los intendentes y presidentes comunales, lo cual supone respuestas más rápidas y resoluciones más integrales. El Poder Ejecutivo no trasladará todas sus funciones a Recreo, sino que descentralizará en los nodos su accionar, o sea, hasta allí irán a parar –en principio– las regionales de los diversos ministerios, que en la actualidad no coinciden entre sí y la idea es que sí lo hagan.

En referencia a la infraestructura existente, en el primer trimestre de 2009 estará finalizada la circunvalación oeste, que está a escasos dos kilómetros del liceo y servirá para empalmar el centro de Santa Fe, la autopista y la ruta 70 (camino a Esperanza). En pocos minutos se podrá unir en vehículo una distancia considerable en la región.

Además, y se está terminando de definir el proyecto, se construirán dos carriles más a la ruta 11, desde la intersección de las avenidas Gorriti y Blas Parera hasta la ruta 70, por lo cual habrá cuatro manos –dos de ida y dos de vuelta.

“El gobernador planteó la radicación del Centro Cívico en Recreo y desde allí es que estamos en los preliminares del proyecto y esperamos contar con los fondos disponibles”, dijo a Pausa el titular de Vialidad Provincial, Jorge Placenzotti, que, al ser consultado por los tiempos estimativos para conocer la iniciativa vial, sólo dijo no tener “plazos concretos” porque todavía se está trabajando.

Por su parte, el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Antonio Bonfatti, manifestó que “un sueño” de la actual gestión es dejar para la ciudad de Santa Fe “una obra emblemática en recordación del Bicentenario de la Revolución de Mayo” y eso está estrictamente vinculado con la reactivación de tren. La idea es restaurar el Parque Federal y volver a utilizar las vías férreas para unir la capital provincial con Recreo, por lo cual los empleados públicos se podrían trasladar hasta el nuevo Centro Cívico a través de ese medio de transporte.

Todos los proyectos están en pleno desarrollo, según expresó el ministro, quien recordó que para ocupar el edificio se están haciendo consultas permanentes a cada ministerio para saber qué funcionalidad van a otorgarle a los espacios, que luego serán asignados de acuerdo a las necesidades prácticas de cada área. No obstante, hasta ahora la intención del gobierno es que parte de la mudanza comience este año.

VOLVER A PLANIFICAR. La urbanización de la ciudad de Santa Fe, desde la década del 70, creció en la medida de las necesidades habitacionales de su población, sin ningún control estatal ni programas integrales de desarrollo. De esa manera todo el noroeste y oeste capitalino, valle aluvial del río Salado, fue ocupado por barrios enteros, muchos de los cuales todavía hoy ni siquiera tienen agua potable. Ya pensar en cloacas es una verdadera utopía.

Es la realidad la que indica que Santa Fe experimentó un fuerte crecimiento demográfico en los últimos 30 años, pero sin la infraestructura social adecuada. A ello se suma que ningún gobierno provincial, tal vez para no entrar en conflicto con los vecinos o por simple estrategia asistencialista, tuvo la firme decisión política de evitar que la gente levante su casa en tierras (muchas son fiscales) inundables, ni de desalentar la instalación de barrios enteros en lugares donde apenas una lluviecita provoca que el agua ingrese a las viviendas.

Pero más allá de la ocupación de terrenos bajos, no aptos para los asentamientos, lo absolutamente claro ha sido la improvisación del Estado –tanto provincial como municipal– en materia urbanística. Por ejemplo, en el mismo valle de inundación del Salado el gobierno de Carlos Reutemann levantó el hospital de Niños Orlando Alassia, que tuvo dos metros de agua podrida en la inundación de 2003. Igual (mala) suerte tuvieron los planes Fonavi que se construyeron en la zona, como La Florida y Centenario.

En todos estos años el oeste y el noroeste de la ciudad se poblaron rápidamente. Allí la gente echó raíces, comenzó a construir su identidad y sus relaciones, pero los servicios todavía son una cuenta pendiente. Toda esa vasta zona de Santa Fe está colapsada por las necesidades, sociales (salud, educación, transporte y seguridad, entre otras cosas) y de infraestructura (extensión de redes de agua potable y cloacas, además de obras millonarias para reducir los niveles de vulnerabilidad hídrica y pluvial), que no llegan en la medida de las urgencias. Precisamente, es eso lo que las actuales autoridades del Poder Ejecutivo quieren revertir.

Desde el gobierno del Frente Progresista –y con la colaboración del municipio capitalino– pretenden que Santa Fe deje de expandirse hacia los límites naturales del Salado y comience a hacerlo hacia el norte, que tiene zonas más altas y donde, además, las obras públicas tendrían un alto impacto urbanístico en un futuro inmediato. El oeste ya no resiste más asentamientos y el único lugar posible para que la ciudad capital continúe su crecimiento es Recreo, Monte Vera y Ángel Gallardo.

El propio gobernador lo dijo cuando inauguró viviendas en el cinturón verde de la zona a mediados de febrero pasado. El anuncio parecía sólo un gesto de buena voluntad en el amanecer de una gestión gubernamental, pero la regionalización demostró que hay objetivos claros de planes demográficos estructurales para esta parte de la provincia.

“La ciudad de Santa Fe necesita tener un plan director que involucre a toda la región, a los efectos de desalentar todas aquellas viviendas o establecimientos que se construyan en el valle de inundación del río Salado. Y tenemos que comenzar a trasladar la ciudad hacia el norte, conformar un conglomerado donde, indudablemente, ese plan director de la región del Gran Santa Fe sea el que oriente la instalación de todos aquellos elementos que significan la integración de toda esta comunidad”, fue lo que dijo el 18 de febrero Hermes Binner en Monte Vera.

Y fue también allí donde el mandatario provincial planteó la necesidad de recuperar el ferrocarril para mejorar la conectividad de la región. “Necesitamos que (las localidades) se conecten con todas las ventajas que tiene hoy la ciudad de Santa Fe, fundamentalmente por las vías del (ferrocarril) Belgrano. Recuperarlas para la integración de todo este conglomerado. Éste es un plan, que no es de un día para el otro, pero si lo empezamos a construir indudablemente se podrá lograr en un futuro cercano”.

Es así que la ciudad de Recreo fue vista por el gobierno santafesino como el lugar indicado que servirá para descomprimir la gran presión demográfica que tiene la capital provincial. El traslado de dependencias públicas al Liceo Militar General Manuel Belgrano, en la ruta 11, es parte de esa idea de generar una verdadera Área Metropolitana que vaya mucho más allá de la instalación de un Centro Cívico. Tiene que ver un proyecto urbanístico de mediano y largo plazo, que sirva para pensar a Santa Fe y toda la región de aquí a los próximos 20 o 30 años.

En relación a las ventajas de tener una división administrativa de la provincia en regiones y no en departamentos, Pausa consultó a Antonio Bonfatti; el ministro respondió: “Hoy a los departamentos la gente no lo respeta. Usted cuando tiene que resolver, por ejemplo, un problema de salud en la ciudad de San Javier tiene que venir hasta Santa Fe, no lo resuelve en el departamento San Javier; ahora, si usted es de Romang no viene a Santa Fe, va a Reconquista, entonces esa línea imaginaria que fue trazada en 1907 como último departamento (que se creó) no existe. Se eligen autoridades como son los senadores, pero a la hora de resolver los problemas concretos de la gente no tiene respuestas”.

Para el titular del Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado eso no significa que los senadores tengan que desaparecer como figuras institucionales de la división de poderes, sino que, administrativamente, los departamentos por sí mismos, en general, no resuelven las necesidades de sus poblaciones. Como fundamentación Bonfatti expresó: “Las regiones existen; hay regiones de Educación, de Salud, de Vialidad, de policías, de Justicia, de Desarrollo Social, todas diferentes. Ninguna coincide con ninguna, por eso lo que queremos es que coincidan”.

TODOS CONFORMES. Conocida la intención del Poder Ejecutivo provincial de instalar un nuevo Centro Cívico en el Liceo Militar de la ciudad de Recreo, el intendente Mario Formento precisó: “Es un panorama donde Recreo va a adquirir una importancia significativa. Se habla de que habrá alrededor de 2.000 personas trabajando y eso no es poca cosa, porque va a demandar vivienda, infraestructura y personas que querrán radicarse en la localidad. Pienso que esto le hace bien a la ciudad”.

Las expectativas son grandes y hasta los representantes de las instituciones intermedias recreínas salieron a respaldar la iniciativa. En ese sentido, el titular de Apyme Recreo, Rodolfo Strina, consideró que la propuesta de radicación de dependencias provinciales en el Liceo será positiva “por el movimiento comercial que se va a generar” pero también abogó por futuras obras complementarias que faciliten el evidente crecimiento demográfico que el traslado de empleados públicos va a significar, como la construcción de una estación de colectivos que brinde todos los servicios correspondientes “ya que el flujo de gente será más importante”.

Asimismo, el intendente de Santa Fe, Mario Barletta, consideró que “la instalación del Centro Cívico en Recreo, que es parte del área metropolitana santafesina, es una importante definición política pero al mismo tiempo es una importante definición que ayuda al plano urbano de la ciudad de Santa Fe”.

En tanto, el titular del gremio que nuclea a la mayoría de los empleados públicos (la Unión del Personal Civil de la Nación), Alberto Maguid, dijo que “todavía es muy apresurado” hablar de la radicación del Nodo Santa Fe en Recreo, pero igual señaló: “Yo creo que el gobierno todavía no ha explicitado claramente ni quiénes van (a ir), ni cómo van y si realmente van a terminar yendo allí (los empleados públicos). Igual creo que es temprano para poder opinar. Yo pienso que mientras no se agredan los derechos de los trabajadores, nosotros no somos nadie para oponernos a lo que el Poder Ejecutivo resuelve, porque además Recreo no es otro mundo, Recreo está acá, acá cerquita”.

“Si viviéramos en Buenos Aires no nos asombraríamos de la distancia, acá porque vivimos en Santa Fe y tres kilómetros nos parece una eternidad. Además creo que el Poder Ejecutivo es dueño de resolver (sobre el tema), lo que tiene que hacer es darnos a los trabajadores la tranquilidad de no afectar nuestro normal desempeño de trabajo, de vida familiar, pero nosotros no podemos decirle al gobierno qué es lo que debe hacer o no debe hacer porque los santafesinos los eligieron para que ellos resuelvan”, finalizó.

Dos de cinco
Sólo en los nodos Santa Fe y Rosario está decidido dónde se instalarán las sedes: en el Liceo Militar General Manuel Belgrano, en Recreo; y en la Sede de la Gobernación de la ciudad del sur provincial. En tanto, se deberán construir los edificios de las sedes de los nodos Reconquista, Venado Tuerto y Rafaela.

Ciudad joven
Recreo cumplió 118 años de existencia el pasado 30 de abril. Recién en agosto de 2004 la Legislatura santafesina aprobó el proyecto para convertirla de comuna a ciudad. En septiembre de ese mismo año, el ex gobernador Jorge Obeid firmó el decreto que oficializó el surgimiento de la nueva ciudad.


Una por una.
Estas son las 97 localidades que conforman el Nodo Santa Fe, cuya sede será Recreo:

Departamento Garay
Cayastá, Colonia Mascías, Helvecia, Saladero Mariano Cabal y Santa Rosa de Calchines.

Departamento La Capital
Arroyo Aguiar, Arroyo Leyes, Cabal, Campo Andino, Candioti, Emilia, Laguna Paiva, Llambi Campbell, Monte Vera, Nelson, Recreo, San José del Rincón, Santa Fe, Santo Tomé y Sauce Viejo.

Departamento Las Colonias
Colonia Cavour, Colonia San José, Cululú, Elisa, Empalme San Carlos, Esperanza, Felicia, Franck, Grütly, Hipatia, Humboldt, Ituzaingó, Jacinto Arauz, La Pelada, Las Tunas, María Luisa, Matilde, Nuevo Torino, Pilar, Progreso, Providencia, Pujato Norte, Rivadavia, Sa Pereira, San Agustín, San Carlos Centro, San Carlos Norte, San Carlos Sud, San Jerónimo Norte, San Jerónimo del Sauce, San Mariano, Santa María Centro, Santa María Norte, Santo Domingo, Sarmiento, Soutomayor y Santa Clara de Buena Vista.

Departamento San Javier
Cacique Ariacaiquín, La Brava y San Javier.

Departamento San Jerónimo
Arocena, Barrancas, Bernardo de Irigoyen, Campo Piaggio, Casalegno, Coronda, Desvío Arijón, Díaz, Gaboto, Gálvez, Gessler, Irigoyen, Larrechea, Loma Alta, López, Maciel, Monje, San Eugenio y San Fabián.

Departamento San Justo
Angeloni, Cayastacito, Colonia Dolores, Colonia Esther, Colonia Silva, Gobernador Crespo, La Camila, La Criolla, La Penca y Caraguata, Marcelino Escalada, Naré, Pedro Gómez Cello, Ramayón, San Bernardo, San Justo, San Martín Norte, Vera y Pintado y Videla.

Publicado en Pausa #1, 16 de mayo de 2008.

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